x{0026}lt;px{0026}lt;B Los mejores libros jamás escritos.x{0026}lt;/B x{0026}lt;/P x{0026}lt;P ALIGN=JUSTIFY x{0026}lt ; B ¿Fue el grito del alma, incluso en el shock y el terror de morir? ¿O el alma fue finalmente derrotada al reconocerse inmortal y libre? No lo sabes; El divino Platón no lo sabía. x{0026}lt;/B x{0026}lt;/P x{0026}lt;P ALIGN=JUSTIFY Las historias de Eça de Queirós son evidencia tangible de su flexibilidad temática, su estilo único y su universo narrativo plural. Sus imaginarios también son diversos: desde el mundo etnofantástico de La Difunta y El Tesoro, o el maravilloso mundo bíblico de El Dulce Milagro o La Enfermera, hasta la insoportable realidad de las mujeres adúlteras en En el Molino y la crítica de las costumbres. le dio a su novelización el brillo de la universidad. El nombre de Eça de Queirós no es sólo garante de un talento que lo convirtió en el escritor portugués más importante de todos los tiempos; Estamos hablando de algo aún más inusual: un creador por excelencia, un demiurgo satánico y divino y, en definitiva, un genio. Traducido por María Tecla Portela Carreiro. También incluye un prólogo de Carlos Reis, profesor de la Universidad de Coimbra y reconocido experto en la obra de Queirós, a modo de guía.x{0026}lt;/P

Biografía del autor

(Póvoa de Varzim, 1845 - París, 1900) es un gran innovador de la literatura portuguesa del siglo XIX. Estudió Derecho en Coimbra y, junto con Antero de Quental, participó activamente en las Conferencias Democráticas de Lisboa, donde se intentó integrar Portugal en los movimientos sociales europeos bajo la influencia de las tesis anarcosocialistas de Proudhon. Hizo su primer viaje al extranjero a Egipto en 1863, para cubrir como periodista la inauguración del Canal de Suez. A partir de 1870 ingresó en la carrera diplomática como cónsul de primera clase. Su destino inicial sería La Habana, todavía provincia española, seguida de Newcastle-on-Tyne, Bristol y París, donde residió hasta su muerte. Admirador de Dickens, Balzac y Zola, Eça de Queirós intentó cambiar la sociedad de su tiempo a través de la literatura, con un estilo preciso, elegante e irónico. Entre sus obras destacan Crimen de Aita Amaro (1875), Primo Basilio (1878), Mandarina (1880), Reliquia (1887) y Maia (1888), donde retrata la sociedad portuguesa a través de tres generaciones de una adinerada familia lisboeta. Tras su muerte, su hijo regaló a la prensa varias de las novelas inéditas de su padre, entre ellas Alves x{0026}amp; Cª.