Thunder aplasta a Timberwolves en el primer partido de Finales del Oeste: Shai Gilgeous-Alexander brilla

El fulminante inicio de los Thunder en la serie
Oklahoma City Thunder no dejó lugar a las dudas en el arranque de la serie más importante del Oeste. Con una victoria rotunda por 114-88 sobre Minnesota Timberwolves, el equipo dirigido por Mark Daigneault mandó un claro mensaje: la energía defensiva y el liderazgo de Shai Gilgeous-Alexander son su carta ganadora. Desde el salto inicial, la defensa del Thunder fue asfixiante, logrando robar balones y forzar errores. Los Timberwolves, que venían de un gran trayecto en playoffs, se ahogaron con 19 pérdidas de balón que Oklahoma convirtió en nada menos que 31 puntos al contraataque. Mientras tanto, Minnesota apenas consiguió mantener una eficiencia ofensiva del 92.6, muy por debajo de su promedio.
Shai Gilgeous-Alexander, el hombre que todos observaban, tuvo un primer tiempo complicado: solo convirtió dos de sus trece intentos. Pero tras el descanso todo cambió. Volvió con otra mentalidad y puso el partido patas arriba con una explosión que dejó a los Wolves sin reacción. Firmó 31 puntos, 9 asistencias y 5 rebotes, siendo determinante especialmente en el tercer cuarto, donde anotó o asistió en 20 de los puntos de su equipo. Minnesota, en ese mismo periodo, solo logró 18. Fue ahí, en el corazón del partido, cuando Oklahoma mostró por qué es uno de los favoritos a llegar a la gran final.
Tibieza de los Timberwolves y el peso de la defensa de Oklahoma
Julius Randle fue el mejor de Minnesota en anotación con 28 puntos y un acierto notable desde la larga distancia (5 triples), pero su protagonismo desapareció en la segunda mitad: solo sumó 8 puntos tras el descanso. El equipo sintió la presión, y especialmente Anthony Edwards lo vivió en carne propia. Acostumbrado a liderar en las noches importantes, esta vez se topó con la marca dura de Lu Dort y Alex Caruso, terminando con 18 puntos y apenas 13 tiros de campo intentados. Cuando le preguntaron por su baja cantidad de lanzamientos, su frustración fue evidente: "Solo lancé 13 veces", exclamó sabiendo que, si quiere cambiar el rumbo, necesita ajustar su manera de atacar y evitar quedarse atado entre las dobles marcas que le plantea el Thunder.
El tercer cuarto fue el quiebre. Oklahoma apostó por un quinteto pequeño, corriendo y desplazando rápido el balón. El resultado fue inmediato: parciales de 17-2 liderados por Kenrich Williams y el propio Gilgeous-Alexander, coronando la reacción que dejó sin opciones a unos Timberwolves que cada vez se veían más impotentes. Cuando sonó la bocina al final del tercer periodo, los locales ya ganaban por 10 puntos (76-66) y el partido, prácticamente, estaba sentenciado.
- Thunder basó su éxito en la agresividad defensiva, particularmente en las ayudas y cambios de marca que aturdieron a los hombres grandes de Minnesota.
- Edwards tuvo que abandonar brevemente el parqué por un leve esguince de tobillo, pero pudo regresar aunque visiblemente incómodo.
- En la segunda mitad, las penetraciones y el movimiento de balón de Oklahoma abrieron muchos tiros liberados, mientras que a Minnesota se le apagó el triple tras un primer tiempo prometedor.
Incluso, la frustración se hizo presente: Edwards recibió una falta técnica por arrojar el balón con enfado hacia Gilgeous-Alexander, reflejando la desconexión e impotencia de los Wolves. El segundo partido de esta Final del Oeste llegará pronto, y si algo ha dejado claro el primero es que los Thunder arrancan la serie con toda la ventaja anímica y de juego.